lunes, 20 de octubre de 2025

Matices del Alma


🎨 "Matices del Alma"
(Reflexión de Maripaz Quintero)

La vida… tiene mil matices.
Distintos tonos.
Depende de la luz, de la hora del día, del ánimo, de la claridad del alma.
Nada es totalmente blanco, ni totalmente negro…
A menos que ya no estemos presentes.
Y, para ese momento, ya no tendría importancia.

Hoy, más que nunca, decidamos ver los tonos de color,
los grises claros y los oscuros,
los matices del sol y de la sombra.

Miremos el paisaje con ojos de pincel,
con el corazón dispuesto a ver belleza incluso en lo imperfecto.

Acepta el horizonte que se te presenta.
Y si no te gusta, si te resulta incierto, triste o solitario…
Cambia el rumbo.
A veces, ese giro es contradictorio,
pero es solo un movimiento humano,
guiado por tus sentimientos, tus anhelos, tus ilusiones —o tus desilusiones.

Tu voluntad de hacer el camino,
o de dejar que otros te guíen,
es lo que da forma a tu vida.

Porque a veces… dejarse guiar también es hermoso.
Y pacífico.

Recuerda: tu felicidad es tan importante como la de los demás.
Camina la vida con la certeza de ser auténtico.
No te arrepientas de lo vivido.

Si te equivocas, reconoce tus errores con humildad.
Pide perdón.
Pero no te quedes llorando por lo que ya pasó.
Levántate.
Mira tu paisaje.
Respira.
Y sigue.

Aprende de lo que hiciste,
porque todo —lo bueno y lo malo— fue parte de tu libertad.

Enmienda lo que puedas,
y nunca dejes de tener esperanza.

La vida siempre ofrece nuevas oportunidades de sonreír,
de formas distintas,
con otros tonos,
con nuevas luces.

Cada atardecer puede ser tan bello… o tan insignificante,
como tú decidas verlo.

Es tu paisaje.
Es tu vida.

Utilízala para mostrar lo bueno que hay en tu corazón.
Descansa si lo necesitas,
pero sigue adelante.

Escucha.
A veces un consejo llega de quien menos imaginas.
Y los jóvenes, con su frescura,
también tienen sabiduría que debemos apreciar.

Renuévate.
Entre cada célula que se marchita,
hay una nueva energía esperando florecer.

Cuando decides ser mejor…
suceden los milagros.

Dios cuidará de ti en tu camino.
Sé responsable de lo que vives,
porque los momentos buenos y malos
se transforman con tu voluntad.

Construye y sostiene.
Edifica y ayuda.
Cura y consuela.
Sonríe y da amor.

Y cuando tengas que llorar…
hazlo con la certeza de que todo va a salir bien.

Prepárate con fortaleza,
pero con fe.
Porque nada malo ocurrirá si caminas con confianza.

Dios siempre estará contigo —
en una brisa suave,
en una sonrisa amable,
en un favor inesperado,
en un abrazo anhelado.

✨ Bendiciones.






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